Francesc Via

Talento y corazón blanquiazul

No sé si la buena marcha del equipo, que gustó y se gustó ante Las Palmas, dará para llegar a Europa. Pero igualmente importante es que está gestando una columna vertebral de recorrido que puede darnos muchas alegrías. De ella forman parte consustancial dos tipos que se echan partido a partido al equipo a la espalda: Gerard Moreno y David López. Criados en casa, tipos listos, yernos perfectos, entienden al club y además quieren crecer con él. Desde el central o desde el mediocentro, David ha marcado el pulso de los mejores momentos del Espanyol. Todo lo que hace está lleno de criterio y de sentido. Es un jugador que entiende el juego y que en sus acciones siempre conjuga una rara mezcla de limpieza y agresividad.

No le queda lejos Gerard en su función de delantero todocampista. Se hincha a hacer kilómetros sin perder un ápice de instinto goleador. Desde su llegada ha cargado con el sambenito ser el sucesor de Tamudo, una sombra que al de Santa Perpetua no le empequeñece sino que le agiganta, y poco a poco, gol a gol, le está viniendo como un guante. Gerard y David, David y Gerard. Talento y corazón para un Espanyol que ya puede ofrecerle a los suyos un nombre digno de estampar en la camiseta, algo que durante muchos años no encontraban. Si Lopetegui no los quiere, oiga, él se lo pierde. El Espanyol los está disfrutando.