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¡Qué Copa la de aquel Jaén!

“Las posibilidades a priori de que el Jaén Paraíso gane la Copa de España son las mismas que en 2015: ninguna”. La frase no es mía, me la he apropiado de Juanma Leiva, que de fútbol sala sabe bastante más. La Copa regresa desde hoy al Quijote Arena de Ciudad Real, allí donde hace dos años se vivió la milagrosa victoria del equipo andaluz, al que llevó en volandas su afición, una marea amarilla que esta semana volverá a inundar las gradas y las calles de esta vecina tierra manchega. A partir del viernes ya no hay más entradas que las que marca la ley para la taquilla. Los olivareros sueñan con otra campanada. Y andan necesitados de esa ilusión, porque su hermano mayor, el Real Jaén, ocupa puestos de descenso en el Grupo IV de Segunda B y arrastra una crítica situación económica.

“Este es el torneo de las sorpresas”, recuerda Javier Lozano, el presidente de la LNFS. El Jaén, que mantiene al entrenador y a seis jugadores de los campeones de 2015, entre ellos su capitán José López, maestro de escuela, es un ejemplo que anima a otros aspirantes que aún no han estrenado su palmarés de grandes títulos: el Palma, el Catgas de Santa Coloma, el Peñíscola y el Magna Gurpea navarro. Y que pone en guardia a los tres gigantes del futsal: el Movistar Inter, ElPozo Murcia y el Barcelona. Los ocho equipos se medirán bajo el mismo formato que se celebra la Copa del Rey de baloncesto. Cuando un modelo funciona, hay que exprimirlo hasta la última gota. “Es nuestra joya de la corona”, apunta Lozano. Un encuentro de aficiones y una gran fiesta durante cuatro días.