El coraje de Sarri enamoró

Esa rosca de Insigne. Cuánto la soñaron en Nápoles. El primer gol de la historia azzurra en el Bernabéu era justo que lo marcase él, único napolitano (y canterano) entre campo y banquillo. El balón superó la línea de gol y todas las bufandas partenopee escondidas en cada sector del feudo blanco aparecieron. Luego, los de Sarri sí jugaron un partido digno del escenario, pero con el freno puesto. La 'caradura' que pidió el mister sólo se vio a ratos. Eso sí, a él no le faltó. Con un 3-1 en el marcador, sacó a Milik, que no jugaba desde octubre, en el lugar de Hamsik, y disputó los últimos 10 minutos con cuatro delanteros y el Madrid encerrado en su área. No consiguió mover el marcador, pero su coraje mereció todos los aplausos de la afición napolitana. El resultado deja pocas esperanzas, pero sí las deja. En Fuorigrotta el Nápoles irá a por todas, y ahí sabe hacerlo mucho mejor. La noche del San Paolo estará bonita.