Coe y las medallas compradas
Sebastian Coe está tomando valientes decisiones al frente de la IAAF. Tras el veto a Rusia viene el stop a las nacionalizaciones. Países como Bahrein o Turquía se han llenado de atletas africanos. Son atletas que no proceden de las migraciones, sino que en la mayoría de los casos reciben la invitación para nacionalizarse, o bien sus propios agentes realizan los trámites para ello. No hay más objetivo que el de ganar medallas. En España, como igualmente sucede en otros países, también tenemos atletas nacionalizados por interés, pues se les da el pasaporte en un plazo récord, pero hay una diferencia: no vamos a buscarlos, sino que son ellos quienes vienen. Una vez aquí, si vemos que pueden ganar medallas, se les nacionaliza por carta de naturaleza, eufemismo de hacerlo a dedo.
El gran problema al que busca solución Coe parte de que en los Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos hay un cupo de tres atletas por país en cada prueba, y se da el caso de que muchos de los mejores corredores del mundo se quedan fuera de estas competiciones. Un ejemplo: de los diez mejores atletas de 3.000 obstáculos el año pasado, ocho son kenianos; uno ya corre por Bahrein; de los siete que quedan, cuatro siempre se quedarán fuera de los grandes campeonatos por el cupo. En cuanto reciban el ofrecimiento de correr por otro país es fácil que lo acepten. De esta manera, las pruebas se van llenando de atletas nacionalizados que ganan medallas para los países que más les pagan. Y Coe, muy británico él, ha dicho que hasta aquí hemos llegado.