Entrega. Perdió el Atlético y lo hizo porque no estuvo acertado de cara a portería. Pero el segundo tiempo que hizo el equipo rojiblanco está acorde con lo que la afición rojiblanca le pide a los suyos, entrega, lucha, pundonor, dejarse hasta la última gota de sudor sobre el césped. El primer período fue del Barcelona, pero en el segundo los de Simeone fueron mejores y merecieron el empate. El 1-2 deja la eliminatoria muy complicada, pero nunca hay que rendirse. Y este Atleti del Cholo nunca lo hace. El segundo tiempo debe marcar el camino.
Ambientazo. El Calderón se llenó y la afición estuvo, como siempre, al lado de los suyos. Acudieron a la cita sabiendo que se trataba de un partido grande y la gente cantó el himno al inicio del encuentro. Este club pasó hace no mucho momentos muy duros, muy complicados y ahora la hinchada vive momentos de felicidad. Luego en el campo el rival puede ser mejor, pero los seguidores están orgullosos de su equipo. Y en esos segundos cuarenta y cinco minutos vibraron y llevaron en volandas a los suyos. Enhorabuena, afición. Aquí, en el Calderón, se anima a muerte. Se gane o se pierda.
Luis Aragonés. Hubo un merecido recuerdo a Luis Aragonés, santo y seña del Atlético. Luis sabía como pocos afrontar este tipo de partidos, jugar encuentros ante rivales de entidad. Hace tres años se fue Luis, pero en el fondo nunca se ha terminado de ir porque todos le seguirán recordando.
La final. Pasado el partido copero llega la gran final para el Atlético, el encuentro ante el Leganés cuyos tres puntos son mucho más que eso. La Champions es lo que da poderío económico y estar la próxima temporada es el objetivo del Atlético. El equipo del Cholo tiene que asegurar esos tres puntos y seguir en la pelea por el tercer puesto. De perder, llegarán de nuevo las dudas. Pero jugando como en el segundo tiempo será difícil caer derrotados.