Pegar a Neymar es gratis
Más allá de que los árbitros se equivoquen y es lógico que eso pase, se está instalando en el fútbol español una tendencia peligrosísima que se ejemplifica en los dos últimos partidos que ha jugado el Barcelona. Es increíble, pero comprensible, que una pelota que entre medio metro (57 centímetros, concretamente) no la vea ni el árbitro ni el asistente. Demos pulpo por animal de compañía. Pero eso es una cosa y que Neymar sea víctima sistemática de una cacería indecente y ninguno de sus agresores reciba una tarjeta amarilla hasta el minuto 85 sí que es preocupante.
Claro está que Neymar no es un ejemplo muchas veces, pero últimamente es un saco de golpes. Vrsaljko, Juanfran y Gabi le hicieron unas faltas feísimas en un periodo de 20 minutos antes las cuales el colegiado de turno se limitó a enseñar falta en una invitación a seguir subiendo el nivel. Caña al mono que es de goma.
Especialmente patibularia fue la actuación del Vrasjlko, que después de dar cera, todavía seguía persiguiéndole por el campo, con su cara pegada a la nuca del brasileño buscando una reacción del blaugrana.
Y eso, sin hablar de la entrada exageradísima de Saúl a Messi a la rodilla sin buscar balón que tampoco mereció amonestación.
Los del Barça no son unos santos, queda claro, pero los que se llevaron tarjeta fueron Messi y Neymar, que no jugará la vuelta por acumulación. Por cierto, la anterior tarjeta se la señalaron después que Rulli le hiciera penalti y el árbitro considerara que fingió. Lógico. Pero el recurso, se desestimó. Eso es lo preocupante.