El fracaso de los Elefantes y el gran Laurent Pokou
Se marcharon los Elefantes de Costa de Marfil y todo el ruido lo hicieron antes del torneo. Una colección de figuras incapaces de dar velocidad al juego. Empezaron andando ante Togo y andando jugaron contra Marruecos hasta el apretón final ya sin opciones. Se estrellaron Zaha y Kessié, dos de los futbolistas que tienen que tirar de la selección en el futuro. Cayó Costa de Marfil ante el mito Hervé Renard, que les llevó al título en 2015 tras haberlo hecho con Zambia en 2012. Un triplete ahora con Marruecos sería antológico, aunque parece difícil.
Mientras veía marchitarse a Costa de Marfil pensaba en la final de 1992, en la que batieron a Ghana en una interminable tanda de penaltis, con el portero Gouamene héroe y Magui con destino al Atlético de Jesús Gil. Años antes había emergido la figura de Laurent Pokou, goleador implacable. Conocido como el hombre de Asmara por el torneo en Etiopia de 1968, con ocho goles en la edición de 1970 en Sudán estableció una marca que amenaza con ser eterna. Aquellos cinco goles a Etiopía quedaron para siempre y llegó a jugar con Platini en el Nancy. Legendario delantero, Pokou tuvo en Drogba a un digno heredero y murió en diciembre pasado con los Elefantes aun campeones de África. Uno de los más grandes del continente.