Rossi bendice a Maverick, de momento
Qué diferente ha sido la presentación del equipo oficial Yamaha de este año en Madrid comparada con la de 2008 en Turín, y no sólo porque entonces la escudería luciera los colores de Fiat y ahora los de Movistar o porque hace nueve años el debutante en el equipo fuera Lorenzo y ahora lo sea Viñales. La gran diferencia estriba en el recibimiento que el capo de ese box, Rossi, le dio a Jorge, distante al máximo y con muro incluido que dividía el área de trabajo de ambos, y ahora a Maverick, mucho más cordial. En Torino, El Doctor prácticamente ni miró al recién llegado. En Madrid, en cambio, le abrazó en el primer posado de ambos juntos, dejando claro que bendice su llegada mucho más que la de Lorenzo en su día.
El hambre de Mack respecto a Lorenzo
Lo que está por ver es por cuánto tiempo durará esa bendición, porque el campeonísimo tiene claro que se ha librado de un grano en el culo con la salida de Lorenzo en su box, pero también que la rapidez y el hambre de Mack puede resultar peor que una urticaria. Si por él hubiera sido, hubiera preferido que fuera Pedrosa su nuevo compañero de box, pero la primera opción fue siempre el de Roses y éste, tras pensarse mucho si continuar en Suzuki, dio el sí quiero con el objetivo de derrotar no sólo al 46 sino al mismísimo Márquez. Maverick no se conformará con ser el número uno de Yamaha, aunque pueda haber quien le vea, de entrada, como el número dos del equipo. Él sólo quedará satisfecho cuando sea campeón de MotoGP, algo para lo que parece predestinado.