Tres medallas y diez aspirantes
Los Hispanos han viajado al Mundial. A Metz. Algo más de 300 kilómetros al este de París. Casi en la frontera con Alemania. Allí espera mañana Islandia, y en días posteriores, Túnez, Angola, Macedonia y Eslovenia. Hay que estar atentos a este Mundial de balonmano. Desde que la Selección masculina consiguiera su primera medalla en este deporte, en 1996, ha ganado dos oros, cuatro platas y seis bronces entre Mundiales, Europeos y Juegos Olímpicos, competiciones que tanto monta, monta tanto, dado que todos los equipos más fuertes se encuentran en Europa. En el último Mundial, Qatar fue el primer equipo no europeo de la historia en subir al podio, tras hacer una gran inversión en el equipo, favorecido también por ser anfitrión del torneo.
España acude al Mundial con justificadas aspiraciones. ¡Cómo no va a tenerlas cuando es la única Selección que se ha metido en las semifinales de las tres últimas ediciones! Pero se trata de un deporte éste del balonmano donde los podios están muy repartidos. Ocho equipos han jugado los partidos por las medallas en los tres últimos Mundiales: Francia, Qatar, Polonia, Dinamarca, Croacia, Eslovenia y Suecia, además del nuestro. Y también hay que incluir entre los aspirantes a Alemania, campeona de Europa en 2016 y bronce en los Juegos de Río, y a Islandia, bronce en el Europeo 2010. Son diez equipos para tres puestos, aunque jugando Francia en casa pudiera decirse que son nueve para dos. ¿Posible que estemos entre los elegidos? Sí. ¿Probable? Es lo que habrá que ver.