El totum revolutum del basket

El Fuenlabrada jugó anoche en Murcia. En la Eurocopa. Hace una semana también se enfrentó a la UCAM. En Fuenlabrada. No era el partido de ida. Era de Liga. Este domingo recibe al Baskonia. En la Liga. El martes de la próxima semana juega en Gran Canaria. En la Eurocopa. El domingo de esa semana, en Santiago. En la Liga. Esta extraña secuencia se repetirá a partir de finales de mes. Día 29, partido en Málaga. De Liga. Día 1, visita de la UCAM. De Eurocopa. Día 4, visita del Estudiantes. De Liga. Día 8, viaje a Gran Canaria. De Eurocopa. Día 12, a Bilbao. De Liga. La situación de sus jugadores me recuerda a la que me contaba Jou Llorente cuando se introdujo el factor corrector en la Liga: “No sabíamos para qué valía, pero nosotros nos decíamos, vamos a ganar por si acaso”.

Pues los del Fuenlabrada, igual. Como los de la UCAM o el Gran Canaria, que se van a encontrar en una situación idéntica. Los tres han coincidido en el mismo grupo de cuatro equipos en el top-16 de la Eurocopa, y en mes y medio van a jugar contra media ACB entre los partidos de Liga y los europeos. Este totum revolutum es consecuencia de que diez clubes españoles se inscribieron en las competiciones continentales, y tras pasar la primera criba se van juntando todos. Es la prueba de que el baloncesto no da para tanto. Sin los países anglosajones y nórdicos, el baloncesto se queda en la franja mediterránea y tampoco son tantos los equipos de alto nivel. España infla las competiciones y el resultado está ahí: una mezcla que confunde y resta interés a los partidos.