El banquillo más caliente del mundo

Gorosito. El de entrenador es un oficio inestable en el fútbol, ya se sabe. Pero lo de Argentina roza el límite de la impaciencia. Sólo cinco equipos no han removido su banca desde enero de 2016: River (Gallardo), Lanús (Almirón), Patronato (Forestello), Estudiantes (Vivas) y Talleres (Kudelka). Y 2017 arranca igual. Esta semana han disparado cinco clubes. Independiente ha presentado a Holan, el DT que viene del hockey hierba. Colón, a Domínguez, que en 2016 viajó por la Libertadores con Huracán, que a su vez ha anunciado la contratación de Asconzábal… Uno de nombre sonoro, Paolo Montero, ha fichado por Rosario Central. Y con pasado en LaLiga española, Néstor Gorosito ha recalado en San Martín de San Juan. Tienen sólo unas semanas para demostrar lo que valen. Lo saben. Tiempo es lo que en ese fútbol nunca hay.

Cebolla. No es entrenador, sino jugador. Pero tampoco ha durado mucho en el fútbol argentino. Aunque vigente en su selección uruguaya, al exatlético Cristian Rodríguez no le fue bien en Independiente. El físico no le dejó ni respirar. “Al Cebolla le pinchabas con un palillo y se lesionaba”, es la frase con la que pasó allí a la posteridad. La pronunció un vicepresidente y ya se quedó en el ambiente. Desde que llegó a Buenos Aires, en agosto de 2015, el extremo sufrió 13 lesiones. Ahora acaba de fichar por el equipo por el que hincha (como Forlán): Peñarol. Con 31 años vuelve al lugar donde empezó todo. Siete equipos después, regresa a Montevideo. A casa.

Darío Conca. Cuando todos los futbolistas llegan a China, uno de los que estaban, el primero que se hizo con un sueldo llamativo, se va: Darío Conca, volante creativo argentino, de 33 años. Se formó en River y Pellegrini se lo llevó en su día a Universidad Católica. Hizo carrera en Brasil, en el Vasco da Gama y, sobre todo, en Fluminense, con el que llegó a la final de la Libertadores y fue ídolo mayor. Los últimos cinco años los ha pasado en el fútbol chino. Se va por la puerta de atrás, pero regresa a Brasil haciendo ruido. Jugará cedido en Flamengo, la camiseta archirrival, la más odiada por el hincha de Fluminense. El transfuguismo.

Henao. Cuelga las botas a los 46 años (25 en el profesionalismo) el colombiano Juan Carlos Henao. Un arquero a lo Higuita, en look y en juego extravagante. Fue internacional y campeón de la Libertadores 2004 con Once Caldas, el desconocido equipo colombiano que tumbó a Boca en los penaltis. Y el meta fue figura ese día: no encajó un solo gol en la tanda. Ahora deja el fútbol. El martes fue despedido en un encuentro homenaje en el estadio Palogrande de Manizales, donde recibió las llaves de la ciudad y el escudo de gran caballero. Todo un personaje del fútbol sudamericano.