El Atlético de Madrid vivió su primera gran fiesta de este 2017, pues casi 5.000 aficionados se dieron cita en el entrenamiento de puertas abiertas celebrado ayer en el Vicente Calderón, probablemente la última antes de la mudanza el próximo curso al nuevo estadio Wanda Metropolitano. El conjunto madrileño ofreció su particular regalo de Reyes a una hinchada que sigue estando al lado de su equipo, como demostró poblando ampliamente la grada baja de uno de los laterales pese a tratarse de un día laborable. El conjunto de Simeone se ha ganado el respeto y la confianza de sus seguidores y la hinchada del Atlético sigue estando con los suyos. La sensación es que los peores momentos en el equipo rojiblanco, tras las dolorosas derrotas contra Sevilla, Real Sociedad, Real Madrid, Bayern y Villarreal, ya han pasado y el Atlético tiene medio pase a la siguiente ronda copera en el bolsillo tras la demostración de solvencia contra Las Palmas. La Copa del Rey este año es una competición que cobra mucha importancia en la entidad del Manzanares.
Ahora llega el partido ante el Eibar, un feudo de los de antes en el que los del Cholo deben certificar que recobraron viejas sensaciones. El Niño, que se salió en la sesión de trabajo ante los aficionados, puede ser la gran novedad para este partido. Fernando Torres ya cuajó la pasada temporada un muy buen encuentro en Ipurua y podría volver al once titular en el estadio donde hizo un partido muy completo. Esa segunda unidad (Torres, Moyá, Giménez...) le puede dar a Simeone muchas alegrías. El Atlético aún está a tiempo de conseguir muchas cosas y parece que todos se han puesto las pilas para este 2017. De momento, los Reyes Magos llegaron por anticipado al Manzanares.