Aquel 1-5 del Valencia en Balaídos
El Valencia vive su enésima crisis en los últimos años, pero el Celta no se fía del catastrofismo que invade Mestalla. Un precedente bastante reciente pone en alerta a Berizzo y a sus jugadores. En noviembre de 2015, el conjunto che atravesaba una situación similar, con su afición pidiendo reiteradamente la cabeza de Nuno. El portugués viajó a Balaídos jugándose el puesto y momentáneamente lo salvó tras golear por 1-5. Sin embargo, la exhibición liderada por Parejo y Alcácer sólo sirvió para aplazar el despido del técnico luso tres semanas. El tiempo ha demostrado que Nuno no era ni mucho menos el principal problema. El Celta lo ha comprobado de primera mano y desde entonces ha superado al Valencia en sus dos enfrentamientos directos, el último en la primera vuelta de LaLiga actual.
Los vigueses participan esta temporada en Europa después de adjudicarse la plaza continental que, en principio, le corresponde por presupuesto a la entidad propiedad de Peter Lim. Este sorpasso tiene aún más miga porque llegó después de que el Valencia se llevara por diez millones de euros a Santi Mina. Un ejemplo de que tan importante como tener dinero es saber manejarlo. El atacante era la perla de la cantera celeste, un futbolista con un enorme potencial, pero que en Primera sólo contaba con el bagaje de haber jugado a un nivel notable durante media vuelta. Su progresión, al igual que la de tantos otros, se ha frenado en Mestalla. Con esa inyección económica el Celta fichó ese mismo verano a Wass, recuperó a Aspas y aún le sobró dinero para regalar con inversiones como la de Drazic.