Lo dicho, no soñaban con ganar
Lo dicho, ayer comentaba que lo más que se podía esperar del América era atención, orden y mucho esfuerzo físico. Pero al final, como suele suceder, con eso no alcanza para ganarle a un grande como el Real Madrid ni en Japón ni en China. Y es que el club mexicano no se ha quedado corto en entrega e incluso se puede decir que por momentos le dio toque a los de negro... sí, pero en su propia media cancha y muerto de miedo por recibir un segundo gol, que terminó por caer.
Yo siempre aplaudiré el “cómo” antes del “qué” y si al final perdías por dos daba igual hacerlo por tres, pero al menos pegarle más de una vez a la puerta de Keylor Navas y no desde 20 metros fuera de su área de meta. Está escrito ayer, en México sabíamos que era una misión imposible, pero conformarse con no ser masacrado es una actitud cobarde de un condenado a muerte que tenía la opción de al menos morir peleando.
Da lo mismo que terminara con Arroyo, Oribe y Darwin como atacantes cuando los últimos 20 minutos el América de Ricardo La Volpe con trabajos pasó su medio campo, buscando perder solamente por un gol.