El baloncesto, bajo mínimos en TV
Si uno de los retos que tiene que afrontar Lete al frente del CSD es el saneamiento del baloncesto, la tarea es ardua. Los clubes viven en la inopia al no quererse dar cuenta de la situación a la que les han conducido sus competiciones tan carentes de interés, motivo por el cual ninguna cadena generalista se ha interesado por ellas. El baloncesto sólo ha encontrado acomodo en Movistar+ para llenar de contenido sus canales deportivos, y el resultado es demoledor. La Euroliga, que tanto nos parece con su nuevo formato, pero que permitirá pasar a la segunda fase con ¡15 derrotas! en 30 partidos, se puede calificar de clandestina entre los aficionados al deporte. Si el histórico 63-102 del Barcelona-Madrid tuvo una audiencia de 75.000 telespectadores, ¡qué tendrán los otros partidos!
Aun contemplando que el partido pudo verse por otras plataformas que no fueran la televisión, la cifra revela que el baloncesto de clubes está sobrevalorado. Insostenible un deporte o una competición cuyo seguimiento televisivo registra tan bajos índices. Lo soportan el Madrid y el Barcelona con el dinero del fútbol, pero ¿y los demás? La capacidad que tendrían para soportar un plan de saneamiento se pone en duda, porque el panorama es todavía peor con las cifras de la Liga, donde la mayoría de los partidos no superan unos mínimos y registran técnicamente una audiencia cero. La ACB dice que los clubes cobran ahora más de la televisión —no hace públicas las cifras—, pero a cambio pierden patrocinio ante su menor visibilidad. Engaño tras engaño, va cavando su tumba.