Messi no se cansa de ser el mejor

Rakitic comenzó la temporada como un tiro. Ha bajado el nivel, pero es normal. Algo similar le sucedió a Sergi Roberto. Mascherano llegó del verano con dudas y ahora pasa por un momento interesante. Sucede ahora, justo cuando Piqué, que hace años que se mantiene en su nivel, se pudo asentar en la titularidad con permiso de las lesiones. André Gomes quiere crecer de azulgrana. Hasta ahora ha estado más pendiente de no equivocarse que de jugar como él sabe, pero esto es el Barça y la exigencia es máxima. Ter Stegen aprendió de los errores de Vigo, a la vez que Luis Suárez, listo para ampliar su contrato hasta 2021, no se permite un momento de relax y Neymar, excelso en el regate y generoso en los pases, se instaló en la elegancia para asistir este año en vez de marcar.

Momentos. De eso se compone una temporada. Y el Barça, lejos de ser aquel equipo vistoso y preciso de hace unos años, vive de la solvencia de sus peones y de Messi. La Pulga pasa por un momento increíble. Otro más. Juega y hace jugar. Corre y hace correr. Asiste y anota, hace goles y le recompensan con ovaciones, sean hinchas del Barça o amantes del fútbol. De anotar, decíamos, no se cansa. Nueve lleva ya en la presente Champions. Y lo que le queda. Vienen partidos duros en los próximos días en Liga. Real Sociedad y Real Madrid. Pero claro, con Lionel a ese nivel, todo es viable. Depende del momento. Claro.