El 'Brexit' del Espanyol de Quique

Ni el ‘Brexit’, ni el acuerdo de paz en Colombia, ni el ‘sorpasso’ en la izquierda española, ni mucho menos Donald Trump. Corren tiempos de incertidumbre, casi de caos, para los pronósticos. Para que se imponga la lógica. E incluso el Espanyol se apunta a esa corriente. Una plantilla repleta de calidad que debía encontrar su zona de confort en Cornellà lo halla, y de qué manera, a domicilio.  Un equipo con una defensa repleta de jugadores teóricamente desubicados o noveles y con atacantes contrastados impone mucho más su solidez que su pólvora. Y un club que reclamaba un penalti a favor después de 13 meses, al fin lo encuentra pero lo yerra; y no satisfecho con ello, en lugar de hundirse y dar alas al rival, se crece hasta que logra marcar, ganar y resarcirse. No hagan sondeos o apuestas, que fallarán.

Donde no queda margen para el error es en el crecimiento del equipo. Seis jornadas sin perder, cinco de esas seis imbatido. 12 puntos de 18 a domicilio. Crece la autoestima, aumenta el poso. Y se atreve progresivamente a deleitar, ni que sea por fases, con un juego menos directo y más combinativo, agradable a la vista. Se consolida la defensa, se refuerza Gerard como ‘pichichi’ y se asienta Jurado, el vigía que precisa todo aspirante a gustar. Quizá el clic al que apelaba Quique no estaba en un partido, sino en la maduración de un proceso: no en el horizonte sino en el camino.