Una última bala para Poyet
A Gustavo Poyet no le quedan demasiadas cartas en su gastada baraja. El uruguayo llega a Villarreal con poco crédito y la sensación de tener agotados hasta sus argumentos. Aseguró que no es el momento de inventar, pero la zona de descenso se acerca casi a la misma velocidad a la que la ilusión de los aficionados verdiblancos se diluye. El técnico elegido para el enésimo proyecto de promesas del club bético ya retó a su afición e incluso a Rubén Castro, delantero al que dejó fuera del once hace dos semanas en Pamplona en una decisión que podría repetir en la tarde de hoy. En esa ocasión, el guiño del destino quiso que se llevara los tres puntos, aunque nueve días después devolviera el rol titular al canario tras una controversia que toma continuidad.
Villarreal ya se convirtió en escenario de necesidades para el Betis en el pasado reciente. Si Poyet logró alcanzar la cita, no sucedió así el pasado curso con Mel. Juan Merino se estrenó en Primera División en El Madrigal y su nombre ya suena como candidato al banquillo bético si la situación deportiva no toma un giro inesperado en los próximos duelos. Poyet ya no pide buen juego, sino resultados, pero el Betis no encuentra por el momento ninguna de las dos vías y el Villarreal puede ser una tormenta casi definitiva para el uruguayo si su pizarra no encuentra un camino que hasta ahora no logró trazar. Hoy puede ser su última oportunidad.