Solari tiene tarea por delante

El Castilla debería ser un equipo sólo de formación, pero la información que adjunta está página nos demuestra que las exigencias máximas de un club como el Madrid llegan hasta los campos de Valdebebas. La teoría nos dice que si de cada hornada subiese un jugador válido para el primer equipo, nos daríamos con un canto en los dientes. Pero la realidad demuestra que en el filial la principal obligación es el ascenso a la Liga 123. Sólo así se explica que despidiesen de mala manera a Ramis a pesar de que terminó la última Liga como campeón de su grupo, por delante del Barakaldo. Un desdichado arbitraje ante el UCAM en la vieja Condomina terminó por lastrar los sueños de ascenso de los chavales.

Pero ahora hay que dar apoyo y confianza a Solari. Me hablan muy bien de él. Gran motivador, persuasivo (ya lo era en el vestuario de los mismísimos Galácticos) y muy apasionado por el reto que tiene ante sí. Solari no tiene la culpa de que volasen los goles de Mariano (casi inédito en el primer equipo) y de Mayoral (inédito en el Wolfsburgo). También hereda un problema llamado Odegaard. El noruego lleva dos años viviendo en el Spa del primer equipo y se toma lo del Castilla como el joven al que el padre castiga sin salir el fin de semana. No le motiva. Y los nuevos no dan todavía la talla, salvo el Kun paraguayo. Muchas incógnitas. Pero llevan el ADN blanco. Seamos positivos.