No fue más que una milonga...
Pékerman habló más sobre James que del rival antes del partido frente a Paraguay. Su encuentro con la Prensa fue un cara a cara respecto a evolución del jugador y las razones de su convocatoria, considerando el desgaste físico y el deterioro en la relación con el Madrid que podría significar el desplazamiento. Con voz pausada y tono de ceremonia, el técnico habló de respeto a las instituciones, el profesionalismo del cuerpo técnico y aplaudió la decisión del crack de decidirse por la Selección. Argumentó que el tratamiento sería el mismo en Asunción o en Valdebebas, y que por eso quería esperarlo hasta el último minuto.
No fue más que una milonga argentina. En los medios deportivos colombianos el tema se convirtió en una novela alimentada por la falta de información oficial. No se entiende por qué con el parte médico del Madrid, que lo sentenciaba a estar diez días fuera de la cancha, el jugador voló hasta Paraguay y después a Barranquilla para decidir que regresara al punto de partida. Estaba claro que el primer partido era un imposible, pero según las explicaciones del míster, su presencia era fundamental en la concentración cafetera...
El círculo cercano de Pékerman arguyó su derecho a contar con el jugador más allá de lo que opinara el Madrid, sin embargo el club estuvo al tanto día a día de la evolución de su jugador. Justo antes de la medianoche del viernes un comunicado reveló lo que ya se sabía desde el día uno: “James no estaría al ciento por ciento de sus condiciones”. La cámara hiperbárica no hace milagros. James viajó a Sudamérica y de vuelta a España por capricho personal o de Pékerman y al final ganó el pulso el que pone el dinero. Desgaste innecesario para todos.