El Barça fue menos que el Madrid
El Barcelona no pudo ganar a Oklahoma. Tuvo su oportunidad de forzar la prórroga, como el Madrid dos días antes, pero no tiene a Llull. Tampoco, el potencial ofensivo de su gran rival, y ante Oklahoma consiguió un marcador más próximo al rácano del pasado domingo en Manresa (50-56) que el que cabía esperar jugando ante un equipo NBA. El marcador se quedó en 89-92, que traducido al tiempo ACB es 74-76, lo cual dice muy poco a favor del espectáculo. Todo lo contrario que el Madrid-Oklahoma con empate a 126 (105 en tiempo ACB) y que finalizó 142-137 tras la prórroga. Oklahoma tomó sus precauciones después de la paliza en el Palacio de los Deportes, y el Barcelona fue menos rival que el Madrid, sobre todo en ataque, pese a Claver.
En su disculpa cabe que no jugó Rice, su jugador estrella. Pero en Oklahoma tampoco lo hizo Adams, lesionado el martes, y Westbrook salió lo justo, que el equipo anda de pruebas, buscando los relevos de Durant e Ibaka. El resultado fue un partido con pocas concesiones, apretado y con muchas interrupciones. Muy del estilo del Barcelona cuando busca la victoria y le falta seguridad. Oklahoma lo aceptó y apenas hubo jugadas de cara a la galería. Nada que ver con el partido de Madrid, donde primero Oklahoma se exhibió y después el Madrid se arrebató. En este enfrentamiento a distancia, el Madrid ha ganado en autoestima, y el Barcelona, sin Rice, ha perdido confianza. La derrota en la Supercopa ha quedado neutralizada.