Ventura ante el fantasma de Conte

I talia hoy no puede perder. Por mucho que Ventura intente restarle importancia al partido, todo el mundo en el Bel Paese sabe que, para soñar con el primer puesto, hoy toca llevarse al menos un punto. La tradición azzurra sonríe: los italianos nunca perdieron en un choque de clasificación para el Mundial disputado como local (43 victorias, 6 empates) y el Stadium es el ambiente ideal para defender su récord. La esperanza es repetir la hazaña vivida en la pasada Eurocopa, cuando Italia no solo apeó a La Roja de la competición, sino también le dio una verdadera lección de intensidad y juego. Para conseguirlo, Ventura intentó cambiar lo menos posible, también donde podían imaginarse novedades. En la delantera, por ejemplo, jugarán Eder y Pellé, que no viven exactamente el mejor momento de su carrera: el primero, desde que llegó al Inter en enero, con los nerazzurri sólo marcó un gol y ya no es titular, mientras que el segundo, con 31 años, ya juega en China, con el Shandong Luneng.

Eso sí, hay dos incógnitas, y bien gordas. La primera se llama Chiellini: su ausencia rompe la perfección de la BBC y el sustituto, si es Romagnoli, tiene talento pero es joven e inexperto para un partido tan importante. La segunda será la actitud de los azzurri: por mucho que Ventura utilice el mismo dibujo de Antonio Conte, todavía no sabemos si también sabrá darle al grupo la misma garra, el mismo orgullo. Cuando los italianos cayeron ante Alemania y se despidieron del míster, lloraron como niños. Lo hizo hasta gente con la trayectoria de Buffon y Bonucci. Si Ventura es capaz de reconstruir esa alquimia, todo será posible. También volver a ganar a La Roja.