La última palabra es de Pékerman

En Colombia los partes médicos son información clasificada y la evolución de James será hasta el próximo martes secreto de estado. Está claro que el ‘diez’ no jugará frente a Paraguay, y será evaluado antes del partido contra Uruguay porque hay confianza en que alcance a estar listo. Las informaciones desde España indicaban que la lesión en el sóleo de su pierna izquierda lo condenaba a dos semanas de inactividad, sugiriendo irresponsabilidad por parte del jugador y de la Federación (lo cual encaja bien en el perfil del acusado). Lo que no tiene mucho sentido es que el Madrid, dueño de su pase y responsable de pagar su salario, permitiera que viajara.

Colombia es cuarta en la tabla de una eliminatoria apretada entre diez selecciones, en la que siete pelean por cuatro puestos directos y una opción de repesca. Afirmar que James es pieza clave del equipo de Pékerman es redundante, pero a la vez decisivo para entender por qué está en Asunción. Aporta al grupo en el vestuario e incluso en el banquillo contra un rival que debe replantear la estrategia con o sin él. Una vez se unió a la selección, el Madrid perdió poder de decisión. Pékerman precisa ganar, pero es inteligente, el próximo mes también lo necesitará ante Chile y Argentina.