Ahora la cola se hace en la UCAM

En los años 80 los deportistas hacían cola por los pasillos de la Blume. Se había corrido la voz de que un tal doctor Fuentes obraba milagros. Sus pacientes, mayoritariamente atletas, corrían, saltaban y lanzaban más que nadie. Ahora la cola se ha trasladado a las puertas de la UCAM. Todos quieren pertenecer a dicha Universidad. No es de extrañar. En Río ha tenido 60 olímpicos y paralímpicos, y 18 regresaron con 23 medallas. Mas los métodos son bien distintos a los que se aplicaban en la Blume. En Murcia no se pincha nadie; ni siquiera se entrena. La UCAM lo que ofrece a los deportistas son unos estudios a la medida y, en algunos casos, también ayuda económica. Hasta dos millones de euros reparte entre sus becados.

Todo empezó hace sólo tres años. Mireia Belmonte se encontró sin club a su regreso de los Juegos de Londres al no renovarle su contrato el Club Natación Sabadell, y pasó momentos difíciles. Incluso se trasladó a Francia para poder seguir entrenándose a alto nivel. José Luis Mendoza, presidente de la UCAM, ofreció a Alejandro Blanco, presidente del COE, su ayuda para que Mireia regresara a España. Ahí comenzó una colaboración que hoy en día es un ejemplo en Europa. La UCAM se ha convertido en la universidad del deporte, donde se hace cola para entrar. Ayer se dio un justo homenaje en el COE con todos sus medallistas. Olímpicos y paralímpicos. Porque ahí todos son iguales. Otro ejemplo más a seguir.