Satisfacción. La jornada terminó para el Atlético igual que había comenzado, lo que para mí es una excelente noticia. El Real Madrid jugaba en casa ante el Villarreal y los de Simeone visitaban el Camp Nou, por lo que parecía complicado que el Atlético pudiera no sólo recortar algún punto sino seguir como estaba. Pero el tropiezo madridista y el 1-1 en el feudo azulgrana hace que los del Cholo miren el futuro con mucho más optimismo que antes. El punto conseguido ante el Barcelona es un puntazo. El Atlético había perdido en sus dos últimos encuentros ligueros en el estadio culé y el Barcelona venía lanzado. Pero ya dije el otro día que cuando el equipo rojiblanco muestra su cara de siempre, la de equipo solidario, competitivo y con ganas, es un rival muy peligroso para cualquier equipo. Y así sucedió. Hay Atleti para rato. Hay Atleti para darle guerra, mucha guerra, a los dos todopoderosos.
Miedo. Simeone sigue sin ganarle al Barcelona en Liga, pero el 1-1 tiene sabor a victoria, El Cholo motivó a sus jugadores en el descanso para decirles que eran capaces de ofrecer mucho más de lo que lo hicieron en el primer tiempo. Y el Atlético salió más decidido al ataque, le metió el miedo en el cuerpo al conjunto azulgrana, aunque luego con el empate al técnico argentino también le entró temor de perder el punto, perdón, puntazo.
Correa. El argentino entró junto a Fernando Torres para revolucionar el partido y lo consiguió. Correa está llamado a ser un crack y demostró lo que puede dar de sí en la jugada del gol del Atlético. Cogió la pelota y dejó en el suelo a Mascherano para definir como un super clase. Aún tiene mucho que aprender, pero Correa tiene que ser un jugador muy importante durante esta temporada. Lo tiene complicado para jugar porque Griezmann, Gameiro y El Niño parten con ventaja, pero estoy seguro de que aprovechará a la perfección sus minutos.
Luis Suárez. El año pasado se montó la mundial por una dura entrada de Filipe Luis a Messi. El lateral fue expulsado y Luis Enrique se echó las manos a la cabeza asustado por la entrada. En el encuentro de anoche Luis Suárez le dejó los tacos al futbolista del Atlético. Al final del encuentro mostró la imagen de las secuelas de la entrada. La acción sólo mereció el castigo de tarjeta amarilla. No sé qué hubiera pasado si hubiera sido al revés. Luis Enrique me imagino que ayer no se asustó por la entrada. El partido, por otro lado, transcurrió dentro de la deportividad.
Dos goles. Se llevan cinco jornadas del campeonato y el Atlético sólo ha encajado dos goles. Es una muestra de la solidez defensiva del equipo madrileño. Oblak hizo alguna parada de mérito, pero el Barcelona tampoco acogotó al Atlético como sucedió en otros partidos. No hubo sensación de agobio y Godín y Savic fueron baluartes defensivos. Si el Atlético mantiene ese orden defensivo podrá estar arriba y pelear por todos los títulos.
El domingo. El Atlético recibe ahora al Deportivo y ese puntazo de Barcelona hay que hacerlo bueno ganando al conjunto gallego. Y el próximo miércoles llega al Calderón el Bayern, que querrá revancha por la eliminación de la temporada pasada. El Atlético ya está instalado definitivamente entre los más grandes. El 1-1 le dará al conjunto madrileño una gran moral de cara a estos partidos que se avecinan. De momento, el Atlético enmudeció al Camp Nou. Y eso ya es un aviso.