Pellegrino, un visionario
Decíamos ayer que el Alavés viajaba a Barcelona con el espíritu de la temporada 1999-2000. En aquella ocasión, Nan Ribera ajustició al conjunto culé y los vitorianos ganaron 0-1. También dejábamos entrever la filosofía de un Pellegrino que aseguraba que su equipo iba a competir y que se podía soñar con el triunfo. Está claro que es un visionario. Pues bien, el Alavés mereció lo que consiguió. En la primera parte, y con tres centrales, se defendió ante un Barça con poca profundidad. Cuando parecía que el gol de Mathieu iba a cambiar la dinámica del choque, llegaron dos tantos más: el de Edgar, bien anulado, y el de Ibai Gómez, el definitivo.
Engarzar 18 fichajes con los mimbres del año pasado y conseguir jugar serios atrás, presionando en la media y teniendo pegada arriba sólo se consigue con tiempo. Y eso es lo que no ha tenido hasta ahora Pellegrino, por lo que el técnico se marchó del Camp Nou como el auténtico héroe de la noche.