La Selección comienza hoy la fase de clasificación ante el mismo rival con el que se enfrentó hace diez años en el camino hacia la Eurocopa de 2008. Aquella que acabaría ganando y que fue el principio de todo. Aunque la clasificación resultó tormentosa, porque después de la victoria ante Liechtenstein se perdieron dos partidos, con Suecia e Irlanda del Norte, y se armó la mundial con Luis Aragonés al frente. Tal vez por todas estas cosas que pasan en el fútbol y a pesar de la más que evidente debilidad del rival, Lopetegui considera que su debut de verdad es el de hoy, porque es “cuando todos tenemos que competir”. Es verdad que nada le pondría más contento que lograr los tres puntos y ahora mismo es su gran objetivo, pero también sabe que esta Selección, después de tocar el cielo, necesita recuperar las sensaciones perdidas.

En esta clasificación no se puede fallar porque sólo el primer puesto da plaza segura, mientras el segundo conduciría a una repesca siempre incierta. Así que mientras miramos el duelo con Italia en octubre hay que asegurar triunfos ante todos los demás. Lopetegui ha apostado por jugadores titulares en sus equipos, de hecho la excusa para que alguno no haya venido, por ejemplo Cesc, es su falta de minutos. Y además también parece que va a intentar que el número de jugadores importantes crezca en cada convocatoria. Necesita ganar y ofrecer cosas distintas que le aseguren el consenso que aún no tiene. Ese es su reto.