La decisión: o una locura o nada...
No es casual que el Madrid deje el dinerito en el banco. Mejorar lo que hay es complicado pero se podría. Haciendo una locura. Cuando hablo de locura es ir a por un jugador joven y que presumiblemente pueda ser el mejor del mundo en los próximos años. Por mucho que busquen, hay dos y uno de ellos deja bastantes dudas. Empezamos por el de las dudas: Pogba. Ni parece que valga más de 100 millones ni tengo claro que vaya a reinar en el fútbol europeo. Mou sabrá. El otro sí reúne todos los requisitos pero, cláusula en mano, vale 180 millones de euros. Han acertado, estoy hablando de Neymar.
Esa operación resulta compleja porque al dinero de la cláusula se le puede añadir luego lo que se discuta con Hacienda, que puede acabar dejando la cifra casi en doble, ya que el Barça nunca iba a aceptar que fuera un pago amistoso de la misma. Así las cosas, había pocos caminos para recorrer. O la locura de Pogba recubierta de riesgo. O tirarte a la piscina con Neymar y meterte en un callejón que te podía medio arruinar. O quedarte con la plantilla que fue campeona de Europa, reforzada con dos de las mayores promesa de nuestro fútbol: Morata y Marco Asensio. Lo último parece lo más sensato.