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Terminar décimo no estuvo mal

Moral a tope. Este año no he tenido vacaciones de verano, pero ha merecido la pena. La experiencia en Suzuka ha sido otra vez brutal —con mi amigo Nakasuga y con un gran tipo como Alex Lowes— y, sobre todo, conseguimos cumplir con los objetivos: otra vez la pole y otra vez ganar las 8 Horas. ¡Moral a tope! Aunque intuía que el fin de semana en Austria no iba a ser fácil…

Un circuito nuevo. El circuito me pareció precioso, el sitio es espectacular y el trazado muy chulo, aunque no tan fácil como todo el mundo decía. Entiendes por dónde se traza más o menos enseguida, aunque luego hace falta mucho trabajo en la puesta a punto de la moto para aprovechar frenadas y aceleraciones, porque puedes perder un mundo. Noté que era un fin de semana especial, conocer un sitio nuevo, con unas instalaciones increíbles, con las ganas de la gente del lugar de disfrutar del regreso del Mundial… y con mucha gente preguntándome por el año que viene. Presentación de la moto nueva, exhibición en pista…

A ciegas. El resumen de mi GP de Austria podría ser este: el que siembra, recoge; el que no siembra, no recoge. Mi equipo decidió que no fuésemos al test en Spielberg y llegamos sin ninguna información, mientras el resto de pilotos se habían metido unas 150 vueltas. Además, yo ni siquiera pude rodar por mi cuenta aquí como sí que pudo hacer mi compañero Bradley, o como Marc y Dani bastante antes, porque me tuve que ir a Japón, así que llegué completamente a ciegas. Y cuando me surgió un problema de los típicos de trabajo de puesta a punto me encontré que estaba en medio de la competición. Hacía tiempo que no me sentía tan poco competitivo.

Salvar la papeleta. En la calificación se demostró el nivel de la Ducati en este circuito. ¡¡¡Mamma mia!!! ¡Pura potencia! Yo me quedé fuera de la Q2 y en la Q1 me tuve que conformar con ser quinto, a tres décimas del más rápido. Para que os hagáis una idea de lo que es tener problemas, terminé a 0.3 pero perdiendo más de medio segundo sólo en un parcial, una locura. Para la carrera parcheamos un poco los problemas y me dispuse a sufrir. Terminar décimo no estuvo mal, mantengo el puesto de mejor satélite en la general. Y Ducati demostró por qué eran los favoritos, aprovecharon su oportunidad.

¡Bien por Mir! Estuvo increíble durante todo el fin de semana y se mereció lo que ha logrado. ¡Vaya estreno! Y sin tiempo para descansar nos vamos a Brno con ganas de olvidar este gran premio.