Qué dice el reglamento de la espantada de Nishikori al baño
Ayer asistimos al enfado de Rafael Nadal durante el partido de Juegos Olímpicos donde se disputaba la medalla de bronce con Kei Nishikori. Y es que el japonés solicitó ir al aseo durante el descanso entre el segundo y el tercer set, pero tardó en volver nada más y nada menos que doce minutos. Y lo hizo justo después de que Nadal remontase y se llevase el segundo set tras ir perdiendo 2 juegos a 5.
Nadal consideró, y así se lo hizo saber al juez de silla del partido, el brasileño Carlos Bernardes, con quien ya he tenido más roces, que lo del japonés era una maniobra para romperle el ritmo de partido justo cuando más se le ponía de cara para cerrarlo en el tercer set, que de hecho arrancó mal para el español y donde definitivamente perdió la medalla. Incluso Conchita Martínez se mostró también indignada en su twitter.
Pero ¿qué dice el reglamento de la Federación Internacional de Tenis (ITF, por sus siglas en inglés) al respecto? Lo primero que tenemos que tener en cuenta para interpretar las normas del tenis es que se trata de una disciplina que se basa en la máxima del juego continuo. Es decir, que ambos jugadores tienen que seguir unos tiempos razonables para sacar y restar, que uno no puede acelerarle el partido al otro sacando rápido y pillarlo descolocado (que es algo para lo que está ya pendiente el juez de silla), pero tampoco puede ir despacio de forma que esté descansando más entre los puntos o le esté frenando el juego al de enfrente. Es por esto que se establecen unos tiempos a cumplir. Por ejemplo, en función del torneo, 20 o 25 segundos entre el final de un punto y el saque, 90 para el cambio de lado (menos en el primer juego de cada set o durante el tie-break) o dos minutos entre sets. En algunas competiciones sería incluso posible extender el periodo de 90 segundos permitido para el cambio de lado o el 120 entre sets pero siempre con la previa autorización de la ITF.
Se trata de una cuestión delicada, ya que los aseos en Río no están precisamente cerca en función de la pista en la que se juegue y por lo tanto el tiempo para ir, pasar al aseo y volver se puede extender. Y una vez dentro es muy difícil determinar si el jugador está aprovechando también para pensar en si cambia de táctica o para descansar. Así que hay que confiar en la buena fe del mismo y en una especie de “principio de no agresión”, como cuando los más pequeños juegan torneos donde no hay dinero para árbitros y hacen los cantos ellos mismos. Si uno se dedica a cantarle todas fuera al rival, el de enfrente acabará por hacerlo también.
¿Qué más podía hacer Nadal en este caso? Pues como esta es una cuestión de ley, no de hecho (donde la última autoridad en la pista es el juez de silla), podía solicitar que bajase el juez árbitro a la pista. Pero la respuesta sería la misma, que Nishikori estaba utilizando el tiempo necesario o razonable, y de no ser así sería amonestado, ya que iba acompañado por un árbitro.