¿A quién sentará Gaitán?

Es uno de los alicientes del verano. Para el hincha sobre todo. Armar equipos y alineaciones, imaginar cómo introducir a los fichajes, dónde colocarlos, qué jugadores de los que estaban suenan vigentes para la titularidad que viene. Y es en ese ejercicio donde el Atlético tiene repartidos a sus aficionados, porque no sale un once claro. Y tampoco es fácil adivinar a Simeone, cuyas preferencias de salida rara vez coinciden totalmente con el gusto o el pronóstico popular. Y está su flexibilidad con el dibujo, que dispara las variantes y las dudas. No es un sudoku inédito, porque la canción de que se ha agrupado mejor plantilla que nunca se tararea cada verano como a Georgie Dann (Jackson y Vietto complicaban más la batalla por el nueve la temporada pasada y miren lo que pasó). Pero la verdad es que cuesta aventurar la formación que se memorizará.

Salvo Oblak, todo son interrogantes. Pintan pocos cambios por atrás, en la vieja y fiable línea de cuatro, salvo que Vrsaljko logre sentar a quien fallar un penalti volvió mejor persona. No lo veo. Como tampoco que sean menos de dos los volantes de contención (Gabi y otro, ahí empieza la pelea: Tiago, Augusto, Koke, Sául…). El dilema es por delante. El Atlético acabó con cuatro medios por dentro. Pero es de ahí donde hay que recortar para soltarse. Gaitán, Carrasco (o Correa), Griezmann y Gameiro (o el Niño) se recitan en verso y caben bajo un 4-2-3-1 o un 4-4-2. Hay nombres para soñar, pero es casi contracultural con los tiempos atléticos que corren. Quizás como recurso. La mejor señal es que hoy, al barajar las cartas, ninguna mano queda mala. El optimista agosto.