"Sprint", "esprint" o "esprín"

El Tour termina hoy, seguramente con una llegada masiva.

He utilizado “llegada masiva”, pero no censuraré a quienes digan o escriban “llegada al sprint”, pierdan cuidado.

El anglicismo “sprint” (carrera corta y rápida) se ha incorporado al Diccionario (edición de 2014) con la grafía “esprint”, que quizás algún día derive en “esprín” y “esprines” para formar mejor el plural y también para eliminar en el singular ese dúo de consonantes (nt) tan ajeno a nuestra lengua.

El “esprint” académico se define así:

“Aceleración que realiza un corredor en un tramo determinado de la carrera, especialmente en la llegada a meta para disputar la victoria a otros corredores”.

Sin embargo, nuestra lengua contaba ya con el término “embalaje”. Procede del verbo “embalar” cuando éste adquiere el signifi cado que la Academia le añadió a partir de 1970: “Hablando de un corredor o un vehículo que van a gran velocidad, aumentarla”.

Y ya ven ustedes: este “embalar” no tiene relación alguna con el muy castellano “embalar” que se forma a partir de la preposición “en” y el sustantivo “bala” (que en este caso equivale a “fardo”): es decir, el verbo que significa “hacer balas y ordenar en ellas los objetos que han de transportarse a larga distancia”. Nada de eso. El “embalar” del que deriva “embalaje” procede del francés “emballer”. Por ese lado, tampoco la pureza de la palabra sería absoluta, pero al menos ya estaba acuñada en español y pasaba ante nosotros sin asomo de impostura.

En Latinoamérica se usa “embalaje” desde hace muchos años. Por ejemplo, El Tiempo, de Bogotá, contaba el 7 de enero de 1988: “La etapa se defi nió en un bonito embalaje”. Y El Universal, de Caracas, titulaba el 6 de abril de 1999: “El suizo Freuler dominó el embalaje masivo”.

A veces se oye en España el italianismo “volata”, más cercano a nuestra lengua que “esprint” y que nos sugiere incluso el vuelo de los ciclistas. Pero no se agotan ahí las alternativas. Cuando lo permita la lógica del caso, el periodista cuidadoso podrá elegir, en vez de “llegada al esprint”, expresiones como “llegada en pelotón”, “llegada en grupo” o “llegada masiva”; en lugar de “esprint”, “aceleración”; en vez de “esprintar”, el verbo “acelerar”. Y si desea sustituir “esprínter”, dispone de “velocista” o “llegador”.

Usar o no estas opciones dependerá del gusto personal, del estilo propio. Porque “esprint” figura en el Diccionario con todos los honores.