Con el dopaje, piensa mal y acertarás
La petición de la Agencia Mundial Antidopaje al Comité Olímpico Internacional de dejar fuera de los Juegos a Rusia es tremenda. Pero consecuente, diríase, con el demoledor informe realizado sobre la manipulación de los controles antidopaje que se han estado realizando en Rusia. Afectan, sobre todo, al atletismo; por eso la Asociación Internacional de Atletismo tiene vetados para sus competiciones a la totalidad de los atletas rusos. ¿Es que todos se dopan o se han dopado? Indudablemente, no. Pero hay que ser muy ingenuo para creer que en Rusia un atleta de élite vaya por libre. De la misma manera, hay que ser muy inocente para creer que el dopaje de Estado ruso sólo afecte al atletismo y a la halterofilia.
Demostrado que los deportistas rusos no podían dar positivo en Rusia, sólo podían hacerlo fuera de su país. Ahí viene otro problema: mientras atletas rusos sancionados hay 54, halteristas hay ocho, ciclistas siete y nadadores tres. Si en Rusia ha habido un dopaje de Estado que afectaba a todos los deportes, como asegura el informe y dicta el sentido común, ¿por qué no aparecen más positivos en deportes donde el dopaje tiene un auténtico caldo de cultivo? ¿Hacen pocos controles esas Federaciones Internacionales? ¿No se buscan las verdaderas sustancias dopantes? ¿Se hace la vista gorda? Por eso este asunto trae mucha retranca. Ojo a la decisión que se tome sobre Rusia, donde el Mundial de fútbol, por cierto, se va a celebrar en dos años.