El Ventoux y la crono darán más juego que Pirineos
Llega la segunda parte del Tour. No sé si calificarla como decisiva pero sí que será muy importante de cara a la general. Tanto la etapa de ayer, como la de hoy, no van a provocar ningún cambio entre los grandes favoritos; en cambio, el pelotón escalará mañana el Mont Ventoux. Un solo puerto donde se verá si Chris Froome sale más reforzado como líder o si, por el contrario, el maillot amarillo encuentra un nuevo propietario. Coronar el gigante de la Provenza se antojará mucho más complicado que todo el tríptico de Pirineos. Un puerto con un desnivel demoledor, se llega a coronar tras muchos kilómetros en llano: el cambio de desarrollo y la exigencia del cambio de altura podrían dejar en el camino a alguno de los teóricos aspirantes al podio de París, y quién sabe si no a alguno de los aspirantes al triunfo final. Esto, junto a la crono del viernes, dejará perfilado si Froome y Nairo Quintana se consolidan como los máximos candidatos, si algún otro corredor oficializa su candidatura de última hora o si alguno de ellos dos se queda en el camino, algo que considero poco probable.
Ojalá Purito Rodríguez consiguiese entrar en esa terna. Anunció su adiós entre lágrimas. Desde aquí le agradezco tantos años de dedicación a este deporte y de espectáculo. Un hombre que, sin duda, merece un triunfo en una gran vuelta antes de terminar su carrera. Ojalá llegue, le quedan dos balas. Este Tour y su querida Vuelta a España... Si va.