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Canadá mostró su poderío en Wimbledon


Por Jorge Ducci @jduccim

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Los canadienses dieron que hablar a todo nivel en Wimbledon 2016. En el cuadro principal, Milos Raonic confirmó su tremendo presente para convertirse en el primer jugador de ese país en llegar a una final de individuales de un Grand Slam. En su camino destrozó el sueño de Roger Federer de pelear por su 18° título de un major y el gigante canadiense solo fue frenado por el héroe local Andy Murray.

En juveniles brilló Denis Shapovalov, quien se quedó con la corona en la Catedral del Tenis tras vencer en la final al australiano Alex De Minaur.

El espectacular trabajo que está haciendo Canadá comienza a dar frutos. Raonic hace rato que viene instalado entre los jugadores de elite y es el líder de la generación de los '90 tras haber sido el primer tenista de los nacidos en esa década en ingresar al Top 10.

Con 25 años, su poderoso juego ha demostrado ir en constante evolución de la mano de una madurez mental. Y es así como este año ya ha jugado cuatro finales y suma un título, en Brisbane. El aporte del ex número uno del mundo Carlos Moyá ha sido determinante en este crecimiento.

El nivel que ha mostrado esta temporada el gigantón de casi dos metros augura un segundo semestre exitoso y perfectamente lo puede colocar en el Top 5 si mantiene ese tenis devastador. Le queda para rato por su edad, ya que siete de los 10 mejores del mundo están al borde o ya superaron las tres décadas.

Shapovalov, de 17 años, quedó dos del mundo en juveniles tras ser el tercer canadiense en la historia en conquistar un trofeo de Grand Slam junior. Estuvo a punto de lograr el doblete. Perdió la final del dobles junto a su compatriota Félix Auger-Aliassime, con quien antes había ganado el US Open 2015.

Auger-Aliassime, el fenómeno de sólo 15 años, se metió No. 5 del planeta a pesar de la ventaja de la edad, lo cual marca grandes diferencias en categorías de menores. Con esto Canadá quedó con dos Top 5 en el ranking de la ITF.

El gran mérito de Canadá ha sido aprovechar el talento proveniente de distintas regiones del mundo. Raonic nació en Montenegro y se mudó a los 3 años a Norteamérica. Shapovalov tiene sus orígenes en Tel Aviv, de padres rusos, y se fue a Canadá antes de cumplir el año. Finalmente Auger-Aliassime sí nació en el país, pero sus ancestros provienen de Togo.

Habrá que seguir de cerca la evolución de los canadienses, especialmente los juveniles, quienes prometen mucho y en un par de años ya deberían estar subiendo de forma exponencial en el ranking. Lo que le ha costado tanto lograr a Estados Unidos en la última década, su vecino lo ha conseguido de manera más efectiva en poco tiempo.