Alemania es el ejemplo a seguir
Löw sabe que las bajas de Gómez, Khedira y Hummels serán difíciles de suplir, pero es consciente de las numerosas perlas que tiene en la recámara. Kimmich, que ya ha puesto a prueba su poderío en la Eurocopa; Weigl, titularísimo en el Dortmund con tan sólo 20 años, o Can, arquitecto del Liverpool a los 22 años, son los frutos de un trabajo que se lleva cultivando desde hace tiempo. Todo comenzó tras el fracaso en la Eurocopa 2004, torneo del que Alemania quedó eliminada en la fase de grupos y tras el que se inició un proyecto de cantera. Entre la Federación y la Bundesliga se instaló una red de academias, con el objetivo de formar a jóvenes promesas de forma centralizada. Una filosofía, una formación y un proyecto en el que todos los clubes fueron partícipes.
Hubo que esperar, pero llegó el día en el que jugadores como Götze, Reus u Özil se convirtieron en aquella generación que le dio un cambio de look al fútbol alemán, hasta entonces popularmente conocido por sus cualidades físicas. Sin el empeño de las autoridades futbolísticas de todo un país no hubiera sido posible esa transformación a una filosofía contemporánea, siempre inspirada en el modelo español. El cambio de ciclo, tema omnipresente en España tras los últimos fracasos de la Selección, funciona mejor en Alemania. Quizá ahora sea la Mannschaft quien le pueda servir de espejo a La Roja para volver donde estaba seis años atrás...