El día que Poulidor tampoco se vistió de amarillo
La ciudad de Angers, en la región del Loira, albergó en 1967 el primer prólogo en la historia del Tour de Francia. No fue un prólogo cualquiera, sino otro de los numerosos desencuentros de Raymond Poulidor (Mérignat, 15-04-1936) con el maillot amarillo y la vez que más cerca se quedó de vestirlo: a seis segundos.
Poulidor había marcado el mejor tiempo entre todos los favoritos sobre un recorrido de 5,8 kilómetros. Pero todavía faltaba un puñado de ciclistas por entrar, entre ellos José María Errandonea (Irún, 12-12-1940), que el año anterior había dominado el prólogo de la Vuelta a España en Murcia.
El vasco batió a Poulidor y escribió un capítulo más de la leyenda que ha situado al francés como el ejemplo del eterno segundón. Poupou, como le bautizó cariñosamente la afición de su país. nunca ganó el Tour, donde subió ocho veces al podio: tres como segundo y cinco como tercero. Pero además nunca se enfundó el amarillo en 14 participaciones. Sus duelos con Jacques Anquetil han trascendido como una de las grandes rivalidades de la historia del deporte. Su longevidad le hizo también coincidir y competir con otro campeonísimo como Eddy Merckx. De hecho, su último podio, en 1976, lo consiguió con 40 años.
Errandonea cedió el maillot amarillo dos días después por una caída. A la jornada siguiente abandonó por las secuelas del accidente y por un forúnculo. En 1968 fue cuarto en la Vuelta. Poulidor también se cayó en ese Tour en los Vosgos y perdió sus opciones a la general. Cerró la carrera con un triunfo en la contrarreloj de París, pero una vez más sin el maillot amarillo, que se lo llevó a casa Roger Pingeon.