Contador lucha sobre todo contra sí mismo

Como él mismo dijo, “el problema son los golpes, no perder tiempo”, y los golpes vienen de la primera etapa, de ese bordillazo que le magulló todo el cuerpo y apenas le dejó dormir. Ese es el origen de todo, el punto de partida de un cúmulo de infortunios que han colocado al de Pinto a 48 segundos de los Quintana, Froome y compañía. La de ayer era una etapa complicada, con trampa. La lluvia, el viento y el frío intenso le metieron el miedo en el cuerpo a todo el pelotón y en especial a Contador. El hecho de besar el suelo en la etapa inaugural le ha mermado física y psicológicamente. Él sabía que llegaba a este Tour en una condición física extraordinaria, pero ahora todo está en su contra. Ya no sólo tiene que luchar con el hándicap del tiempo, sino que tendrá que hacerlo contra sí mismo. Ahora le esperan dos etapas amables para recuperar confianza y curar sus heridas, pero el amarillo se ha mudado a casa.

Sagan se llevó el triunfo y el maillot de líder y eso podría suponer un problema para Alberto. Antiguamente ante esta situación los equipos tiraban el amarillo para centrarse en su jefe de filas. Hoy no, el Tinkoff defenderá a capa y espada el liderato del ciclista eslovaco, sin descuidar, por supuesto, a Contador. Como ya dije ayer, el Tour no ha hecho más que comenzar, aún tiene tiempo para revertir esta situación, aunque las cosas se han complicado más de lo esperado.