Creo que con Puyol de director deportivo de la Selección la sangre entre Del Bosque y Casillas no habría llegado al río. Entre otras cosas porque hubiera sido él quien le habría dado a Iker el cariño que no le dio Vicente. Tiene autoridad moral para hacerlo. La que no tiene el técnico, impedido para hacer excepciones con suplentes o titulares salvo que quiera que el vestuario vaya al pairo. Puyol es capaz de meter en cintura públicamente a Thiago y Alves por hacer el gamba, la cucaracha concretamente, en Vallecas. Y por lo tanto es capaz de hacer entrar en razón en privado a Casillas. Y a Del Bosque si se tercia.

Pero en España ya no hay nadie capaz de resolver estos líos. En su día estuvo Hierro, pero por ejemplo con Casillas también es incompatible. Ojalá que Hierro cuaje como entrenador. Tiene 48 años y cuando aspire a ser seleccionador, si lo hace bien en los banquillos, Iker ya habrá renunciado. Mientras, para apagar estos incendios ha aprovechado el vacío de poder la directora de marketing, buena amiga de los futbolistas y sus esposas. Buena chica, che. Pero claro, como está a setas y a ‘Rolex’, cada vez hay más broncas y menos patrocinadores.