Nos eliminaron, pero no nos ganaron
Empezamos esta Eurocopa conscientes de tener nuestra peor plantilla de las últimas décadas. Derrotamos a la favorita Bélgica, a la campeona de Europa y obligamos a la campeona del Mundo, para superarnos, a sufrir la agonía de 18 penaltis. Leyendo hace un mes el once que enfrentó a Alemania, nadie habría apostado un euro por nosotros. Sin Marchisio y Verratti que ni viajaron a Francia, sin los lesionados De Rossi y Candreva y sin el sancionado Thiago Motta.
Pero esta Azzurra prescindía de nombres propios. Conte construyó una máquina tan perfecta que, mirándola, te daba la sensación que solo hacia falta ponerse la elástica con el Tricolore y cuatro estrellas para ser parte de sus engranajes. Los alemanes nos eliminaron por primera vez, si, pero no nos ganaron. Con una plantilla que valía el doble de la nuestra pasaron a semifinales solo tras una tanda infinita. Podríamos hablar de la arrogancia de Pellé o de la mala suerte de Buffon, que hubiera podido parar varios. Pero da igual: para nosotros, los italianos, la Azzurra no perdió. Lo que si perdimos es a nuestro guerrero, Conte, que se marcha al Chelsea. Sin él será todo distinto. Nos prometió “non è un addio, ma un arrivederci”. Pues ojalá sea un hasta luego, mister.