Cuando el tamaño no importa
Si es usted islandés y tiene entre 18 y 35 años tiene casi un 10% de posibilidades de jugar en la selección nacional de Islandia, un equipo que representa a un país que como dijo nada más acabar el encuentro Gary Lineker “tiene más volcanes que jugadores profesionales”. Un país de 333.000 habitantes acaba de echar de la Eurocopa a otro en cuya capital viven cerca de ocho millones de personas. Que este grupo de amigos que se conocen desde niños en su mayoría y que en cada encuentro congregan casi al ocho por ciento de la población de su estado en las gradas de los estadios de Francia haya eliminado a Inglaterra es una fabulosa noticia para los que aún defienden que este deporte tiene cierta inocencia.
Que Inglaterra caiga eliminada en octavos tampoco es una mala noticia. Engreídos como pocos, poca gente en Francia les va a echar de menos en los quince días que quedan de campeonato. Los gamberros se vuelven a su casa, fuera de la Europa que acaban de despreciar. En Islandia, tal y como dijo el defensa Kári Arnasson tras ganar a Austria, ya deben de estar pensando en cambiar la fecha del día nacional y darle, por una vez, la razón a Wayne Rooney, que antes de disputar el duelo de octavos de final ante el conjunto nórdico estuvo clarividente cuando afirmó que en cuestión de fútbol “el tamaño no importa”.