Koke, el toque y la furia roja

Koke es titular indiscutible en el Atlético y no pone una mala cara porque el seleccionador le ha dejado de suplente junto con otros once compañeros. Espera su turno por si le toca. Y si no le toca apoya al máximo. Es difícil para todos los jugadores que vienen a la Selección asumir un rol distinto al de su equipo, en el que son titulares indiscutibles casi todos (Bartra, Thiago o Morata no lo han sido este año). Koke ejemplifica con su comportamiento. Espera su turno. Y se merece que llegue su oportunidad. ¿Por quién entraría? Puede hacerlo por Cesc. O por Nolito. O por Morata y que Cesc juegue de falso nueve.

Koke es un gran conversador de fútbol. Le encanta hablar del juego. Es un hombre Federación porque lleva desde pequeño yendo a las selecciones juveniles y Sub-21. O sea, que conoce el estilo de La Roja como la palma de su mano. Pero además sabe también jugar otro fútbol como el que hace su Atleti. Por tanto, cuando habla de mezclar furia y tiqui-taca, de introducir matices en la filosofía, es una voz autorizada porque sabe como hacerlo. Del Bosque tiene un plan marcado y no lo va a variar. Pero sí puede introducir variantes. Y una de ellas puede ser la entrada de Koke para lanzar contras rápidas las veces que gane España la segunda jugada a Italia. Koke sabe jugar al tiqui-taca y sabe hacer transiciones rápidas, que van a ser necesarias para pasar a cuartos.