Sin Jones, la coartada es perfecta
Nadie esperaba ver a EEUU en pie a estas alturas, pero ahí está: codo a codo con Argentina, Colombia y Chile. Esta Copa América está sirviendo como la consagración del proyecto de Klinsmann. Tras el traspiés inicial ante Colombia, Team USA ha mostrado ser una máquina mejor engrasada que casi todas: fenomenal en defensa (dos porterías a cero y ningún gol de jugada), con el atacante hawaiano Wood como gran revelación del torneo, la dupla Jones-Bradley como pilar y la épica de Dempsey.
El peaje en cuartos de final ante Ecuador, en cambio, le dan un hándicap excesivo frente a Argentina: las bajas de Jermaine Jones y Bobby Wood (además de Bedoya) son la que elegiría el Tata Martino o cualquier seleccionador rival para debilitar al anfitrión. En frente está la gran bestia del torneo, el que Klinsmann usó como ejemplo hace semanas para mostrar la calidad de este torneo: “¿Vieron el banquillo de Argentina? ¡Mamma mia!”. Ahora sin Jones, la dura tarea se multiplica. A estas alturas, Estados Unidos no se conforma sin la final, pero la baja de Jones (sobre todo) es la coartada perfecta en caso probable de tropiezo ante Argentina.