Los debuts con sus selecciones de cinco grandes estrellas
En un lugar de La Mancha. El de Iniesta fue en su tierra de Albacete, Rusia enfrente y las miras en el Mundial 2006. Luis Aragonés no le puso de entrada en un once con Albelda, Senna y Fàbregas en el medio. Los tres se marcharon para que entrasen Iniesta, Xavi y Xabi Alonso. El trece en la espalda, el interior izquierdo para él y el peso del juego muy rápido. Fue empate a cero. Luego llegarían goles para la historia como el de Old Trafford en 2007 a Inglaterra y por supuesto el de Johannesburgo.
Rooney. Eriksson dirigía a Inglaterra cuando en febrero de 2003 Rooney debutó. Australia enfrente, Upton Park repleto y un mediocampo con Beckham, Lampard, Scholes y Dyer. Salió en el descanso con un durísimo 0-2 en contra en un once nuevo por detrás de Vassell y Jeffers. No jugó bien, Jeffers maquilló el 1-3 definitivo y aquella derrota aún duele. Más allá de los 52 goles que le dan el récord en la selección.
Debut cercano. Sólo hace tres años del debut de Pogba con Francia. Antes de ganar el Mundial Sub-20 le llegó la alternativa ante Georgia en París. Una Francia muy reconocible, con Benzema, Valbuena y Ribéry en el once. Tres ausencias hoy por razones de todo tipo. Pogba jugó en el doble pivote retrasado. Francia ganó, repitió dibujo ante España días después y cayó con gol de Pedro. Y con roja a un desquiciado Pogba.
En Sudáfrica 2010. Destinado a ser algún día máximo goleador de la historia de los Mundiales, Thomas Müller debutó ante Argentina en marzo de 2010. Enfrente, Maradona en el banquillo y Messi en el campo. Junto a él Klose en punta y Ballack, Özil y Schweinsteiger en el medio. Müller no participó mucho, ganó Argentina con un gol de Higuaín tras una mala salida de Adler y Thomas terminaría marcando cinco goles en el Mundial de Sudáfrica. Nació una leyenda.
Cristiano. Ante Kazajistán en agosto de 2003 jugó sus primeros minutos Cristiano Ronaldo con Portugal, y poco después contra la Albania de Briegel fue su primer partido como titular. Junto a Rui Costa y Figo y con Scolari en el banquillo en un equipo que preparaba la Eurocopa 2004. Le costó empezar a brillar a Cristiano, que no marcó su primer gol hasta el partido inaugural de aquella Euro ante Grecia. Han llegado 57 más desde entonces.