Osasuna y el reto de Montilivi

Hoy les escribo desde la felicidad de saber que el año que viene estaré en el banquillo del Zaragoza junto a Luis Milla. Un proyecto apasionante y que emprendemos con muchas ganas. Aunque nuestro trabajo ya ha empezado, mañana estaremos muy atentos a lo que ocurra entre Girona y Osasuna. Resulta un poco injusto que el trabajo (bueno en ambos casos) de todo el año se decida así. Ambos han hecho méritos suficientes para subir y el que se quede en Segunda debe hacerlo con la cabeza alta.

Osasuna llega con una ventaja mínima. Es la misma que tuvo el Córdoba y, como ya les dije entonces, no significa nada. Les recuerdo que el Girona no pierde en casa desde diciembre. Si Osasuna intenta defender la ventaja puede caer en la misma fatalidad que el Córdoba. Encerrarse no será una solución. Los rojillos vienen curtidos de la anterior eliminatoria ante el Nàstic. Cuando los de Tarragona marcaron no se achicaron y sacaron la eliminatoria adelante. Esa mezcla de experiencia y juventud les hace poderosos. El Girona tiene grabado lo que pasó la temporada pasada y le motiva hacer historia. La emoción está garantizada.