El portero que sufre a Payet y las raíces del héroe de Gales
El portero que sufre a Payet
Dimitri Payet (29 años) se ha distinguido como la sensación de la primera jornada de la fase de grupos de la Eurocopa. Un futbolista de explosión tardía cuyo golpe de balón es simplemente extraordinario. El latigazo ante Rumanía es una muesca más en su colección casi inigualable. Si hay un portero que padece el magnífico disparo que atesora el jugador galo es Adrián. El portero español es su compañero en el West Ham y está harto de tener que soportar el buen pie de Payet. “Es de otro nivel. Pone el balón donde quiere“, suele decir a sus más allegados.
Nawalka siempre confió en Milik
En los días previos al torneo, la figura de Lewandowski eclipsaba a cualquier otro futbolista de Polonia. Hasta el estreno con Irlanda del Norte. El joven Arkadiusz Milik, delantero del Ajax del que hablan maravillas, fue el único jugador capaz de acabar con la resistencia norirlandesa. En el banquillo cierta sensación de orgullo rebosaba en los pensamientos del seleccionador Adam Nawalka. El técnico polaco apostó por Milik en el Górnik cuando éste sólo tenía 17 años y ahora le ha convertido en la pareja de Lewandowski. Milik no le ha fallado.
Aquel fogonazo de Giaccherini ante el Roma
Siempre Italia. No está entre la terna de favoritas para alzar el trofeo, pero su persistencia histórica e ímpetu arrollador acabó con una florida Bélgica que parece estar muy lejos de donde dicen que está. Giaccherini es uno de los símbolos fidedignos de esta selección de Conte. El futbolista del Bolonia destaca por su voracidad y despliegue, virtudes que nunca le han abandonado durante su carrera. He de confesar que un servidor se quedó prendado de su arrojo futbolístico al verle debutar en Serie A con el Cesena en 2010. Había ascendido el curso anterior y su bautizo se produjo en el Olímpico de Roma. Completó un partidazo pese al resultado final (0-0). Si quieren ver el rastro de aquella actuación está en Youtube.
Las raíces galesas de Robson-Kanu
La Eurocopa da pie a la irrupción de héroes inesperados. Ha sido así durante toda su trayectoria: Panenka, Nedved, Charisteas… Gales ya tiene el suyo. Hal Robson-Kanu marcó el gol definitivo que propició el triunfo de la selección de Coleman sobre Eslovaquia. Tal es la relevancia del tanto que en la isla británica le empiezan a considerar una figura de culto. Gales, una nación apasionada del rugby, intentó reinventar su fútbol con un trabajo a largo plazo plasmado, en parte, en la búsqueda de jugadores que potenciarán el talento del equipo. Se miró a Inglaterra, Escocia, Irlanda… El objetivo era encontrar futbolistas con raíces galesas. Es el caso de Robson-Kanu, nacido en Acton (Inglaterra) hace 27 años. El delantero, que empezó en la cantera del Arsenal, había sido internacional con Inglaterra en la Sub-19 y en la Sub-20. Bryan Flinn, técnico galés, descubrió que tenía sangre de Caerphilly, ciudad situada al norte de Cardiff y Newport.