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Con la lengua fuera

Dejarse ganar o dejarse perder

¿Cuál de las dos expresiones es la correcta? A simple vista parece que ambas tienen sentido

Cada final de Liga en Primera y en Segunda nos trae el debate sobre si un equipo se dejó ganar… o se dejó perder. Algunos compañeros de AS han discutido con interés y calor sobre esa cuestión.

¿Cuál de las dos expresiones es la correcta? A simple vista, parece que ambas tienen sentido. Pero veamos.

Entre los usos del verbo “dejarse” figura el que se refiere a que un sujeto permita que se realice en él una acción. Por ejemplo, en “tu hijo se deja peinar”, la acción de peinar se ejecuta sobre “tu hijo”. En “el caballo se deja ensillar”, la acción se le realiza al caballo. De esos enunciados podemos deducir que el hijo es peinado por otro y el caballo es ensillado por otro.

La expresión “el equipo se dejó ganar” cumple con esos mismos requisitos gramaticales: el verbo “ganar” se ejecuta sobre el sujeto (“el equipo”).

Pero vean qué curioso: en “dejarse ganar”, el que se deja es ganado por otro. En “dejarse perder”, el que se deja no es perdido por otro.

¿A qué se debe eso? A la diferencia entre verbos intransitivos y transitivos. “Ganar” tiene un uso transitivo, porque la acción de ese verbo transita desde el sujeto hasta el complemento directo. En la oración “el Barcelona ganó al Sevilla”, la acción de ganar que ejecuta el sujeto (el Barcelona) se transmite al complemento (el Sevilla). Pero como “perder” tiene en este caso un uso intransitivo, la acción se agota en el sujeto: no podemos decir que “el Barcelona perdió al Sevilla” (en el sentido de que el Sevilla fue derrotado).

Además, en “se dejó ganar” tenemos dos sujetos: uno, el que se “dejó”; y otro, el que “ganó”. En “dejarse perder”, por el contrario, tendríamos sólo uno: el que se deja es el mismo que el que pierde. Así pues, en este segundo caso no estamos ante dos acciones verbales sino ante una sola, tal como sucede con las escasísimas locuciones formadas con verbo intransitivo, como “dejarse morir”, “dejarse ir” y “dejarse caer” (que se circunscriben además a acciones físicas). La lengua no ha creado más (y mira que ha tenido tiempo).

Así pues, “dejarse perder” constituye un uso hasta ahora residual y seguramente desviado. Por tanto, y en resumidas cuentas, lo mejor sería decir, para expresarnos con elegancia, que un equipo “se dejó ganar”. En caso de que se demuestre, claro.