Las paces de Juanfran y Ramos
La Selección, no de siempre pero al menos sí desde la etapa de Luis Aragonés hasta la de ahora de Del Bosque, ha sido un espacio neutral de efecto balsámico. Las heridas de las competiciones de clubes se cerraban en Las Rozas. Sólo los episodios más duros durante la tormenta de clásicos rompieron esa unión. Ello le costó un disgusto a Casillas en el Madrid. Mourinho, empeñado en poner el asunto doméstico por encima del interés general, afeó a Íker por buscar con Xavi Hernández una paz que amenazaba el ecosistema de La Roja. En esa época no todos estuvieron a la altura. Hubo dos jugadores que tomaron partido por Mourinho. Ya no están en la Selección. Superado ese trance, que fue más duro de lo que se sabe, hemos vuelto a la normalidad.
En la final de la Champions todos pudimos ver el enganche entre Juanfran y Sergio Ramos. Fue un pique serio. Pero no ha ido a mayores. Sergio es una buena persona, además de un gran jugador. Juanfran, también. Juanfran es más tranquilo, y Sergio más brioso. Ambos aprovecharon su reencuentro en la Selección para zanjar el asunto de Milán. Y fue Sergio Ramos el que dio el primer paso. Koke hizo de testigo con una sonrisa. Bastó un minuto para olvidar el problema. Esto es justo lo que hace falta, que los jugadores entiendan la Selección como un equipo. Ya verán como si en la Eurocopa Juanfran tiene algún problema el primero que irá en su defensa será Sergio Ramos. Y al revés. Se calientan a veces, pero como ya se sabe son buenos chicos.