Espéranos, Luis; vete arrancando la moto...
Me quedo con un gesto: el saludo entre Valentino Rossi y Marc Márquez en el paddock del Circuit de Barcelona-Catalunya. No hay mejor regalo al motociclismo que ese en un fin de semana en el que todo se nos atragantó. Desde el viernes. Maldita curva. Luis Salom, perdona que hable un segundo de las carreras, seré breve. Ganó Navarro, que lo merecía, que hacía que su padre se ahogara a sí mismo por los nervios en las últimas vueltas ante esa victoria que no llegaba. Pero al fin llegó. Y ganó Zarco, que desde aquel capotazo a Terol en San Marino 2011 ha ido madurando hasta convertirse en un piloto que cuando va, va. Pole y victoria.
Perdona, Luis, vuelvo contigo. No te conocí, eso que me he perdido, pero por lo que todos hablan de ti eras un grande... incluso cuando ibas en moto. Fue emocionante el minuto de silencio que te brindó tu familia del Mundial. Lloré en casa, frente al televisor, con todo tu equipo sujetando la pancarta en la que se te veía feliz. Así te mostraron en Telecinco o en Movistar+, mejor gusto no pudieron tener con sus reportajes de homenaje. Navarro se convirtió en el 39º piloto español en ganar una carrera en el Mundial de motociclismo. Como tu dorsal, Luis. Como los abrazos que te podemos dar los que desde aquí elogiamos tu carrera y forma de ser. Ganaron Navarro, Zarco y Rossi pero el GP de Cataluña no tuvo otro vencedor que no seas tú. Te queremos, Luis. Espéranos en Mallorca. Vete arrancando la moto...