¿Es Cassius Clay el mejor boxeador de siempre?
¡Uf! El problema es que no se pueden trasladar las épocas. De ahí que sea muy complicado establecer comparaciones. Yo siempre me fío de la gente que ha visto las peleas, en directo o por televisión; gente como Nat Fleischer, John O’Hara, Red Smith, Irving Shaw, y así. Creo que la cosa estaría entre Clay —¡cómo nos resistimos a llamarle Muhammad Ali!— y Ray ‘Sugar’ Robinson. Sin olvidar a Joe Gans, el campeón de los pesos ligeros, ni a Joe Louis.
Lo que pasa es que Clay, por ejemplo, no solo cambia el boxeo, sino su tiempo. Clay es el más puro exponente de los años sesenta, tanto como ‘Camelot’ y la Nueva Frontera, Vietnam, los Beatles o los Rolling, Malcom X o Martin Luther King. Con Clay, con Ali, nace la auténtica rebelión en la “década prodigiosa”. No olvidemos que Cassius Clay es anterior a Berkeley y Mayo del 68. Clay es la contracabaña del tío Tom. Se negó a ir a la guerra. Acuérdate de lo que dijo: “No tengo nada en contra de esa gente. Nunca me han llamado nigger”.
A mí me parece que él es el verdadero profeta del cambio social y no los estructuralistas, Marcuse, Levi-Strauss... Clay era la revolución permanente. Incluso hoy, a estas alturas del combate, nos falta perspectiva para conocer el verdadero alcance de sus golpes al Sistema. Le desposeyeron del título, volvió, lo reconquistó en Zaire, lo perdió, lo ganó otra vez. Tuvo peleas feroces con Frazier, Foreman o Spinks. Para mí, Clay fue superior a Ali.